
Nacido en Ensenada el 11 de julio de 1975, de alma libre y rebelde. Un hombre conectado con su niño interior, curioso, aventurero e insaciable, apasionado de la fotografía desde 2002; con el nacimiento de su hija adquirió una cámara, ya que su intención era poder documentar la vida de aquella pequeña. Inicialmente la cámara no era para uso de Meza, en realidad, era para su esposa quien estaba la mayor parte del tiempo con la bebé, pero al darse cuenta de las maravillas que podría crear con una kodak 3 de megapixeles ya no pudo dejar de fotografiar todo lo que existía a su alrededor, se le dio de manera natural. Disfruta del aire libre, la música blues y un buen vino de su región.
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La familia es la razón que lo mueve, lo que le inspira a salir cada día a trabajar y estar abierto al aprendizaje, siempre buscando maneras de innovar y crear belleza. Dar una batalla a diario.
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Su primer trabajo como fotógrafo fue en una boda en la cual los novios recibieron mucho más de lo esperado y decidieron remunerar su trabajo, ya que el acuerdo fue el de hacer una sesión gratuita por adquirir experiencia.
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Daniel permanecerá presente todo el evento para asegurar la satisfacción del cliente. Al momento de la edición tendrá propuestas para la pareja pero siempre respetara la idea original del cliente.
“Cada cliente es diferente y de cada uno aprendo algo nuevo. Permitiéndome crear nuevas experiencias para cada uno.”
Se enfoca en darle un estilo documentalista a sus obras, incorporando tintes de intervención y dirección con una fuerte inclinación a lo sentimental y el romance. Cuando Daniel es invitado a un evento tan intimo como una boda se vuelve uno con su cámara creando una zona de paz y seguridad que le permite a la pareja sentirse lo suficientemente cómoda como para proyectar todo el amor que se tiene y así poder capturarlo en una fotografía memorable que le hará a la pareja recordar por siempre todo el amor que se juraron ese día tan especia. Crea memorias y se vuelve un testigo del inicio de una nueva célula en nuestra sociedad; el considera que el matrimonio es un acuerdo digno de admiración y respeto.
¨La adrenalina que se genera en mi cuerpo al saber que estoy a cargo de traer al mundo físico lo que los clientes tienen en su imaginación no la cambiaría por nada, es lo que más disfruto de las bodas¨
Daniel Meza deja un pedazo de su alma en cada foto y es lo que le ayuda a motivarse para hacer conciencia de lo importante que es este momento, el siempre está preparado para dejar lo mejor en cada sesión de fotografía.
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El considera que su carrera como fotógrafo es una forma en la que las personas pueden conectar con Dios y hacerse a él.
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“A través de mi relación con los demás, ellos pueden ver como es Dios, el Dios que yo represento.”
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Daniel Meza.
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